Entender el consumo del usuario en el mundo digital, la concientización y las soluciones de seguridad facilitan eliminar los riesgos de ciberataques.
La seguridad es un elemento que no puede faltar ni verse debilitado mientras realizamos nuestras actividades laborales ni en nuestros hábitos personales respecto al uso de dispositivos, de aplicaciones y de acceso a Internet. Desde hace décadas se han promovido tener buenas prácticas y usar herramientas de ciberseguridad, pero hoy es imperante que las personas tengan conciencia en que son el principal agente para no poner en riesgo la vida personal o a las empresas, ante el mayor uso de herramientas y aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA). Al respecto, Jorge Cisneros, Arquitecto de Soluciones para Latinoamérica de Forcepoint, compartió que siempre hay manera de reducir el riesgo de ser víctima de la ciberdelincuencia, evitando ser parte de la estadística y hacer que el usuario elimine por mínimo en 50% el peligro.
En entrevista, Jorge Cisneros comentó que los consumidores y empresas deben entender que la Inteligencia Artificial es una tecnología que impactará en todos los ámbitos, de la cual uno no se puede deshacer, desde el punto de vista del usuario común hasta para los negocios.
“La IA mejora las cosas y procesos que desde hace tiempo ya se realizaban, llevando estas acciones o funciones a otros escenarios de manera más sencilla, cuando antes era complicado. Lo que ha hecho la IA es dar más poder a los programas y apps que funcionan con la tecnología, así como a soluciones del Internet de las cosas. Desde el punto de vista de negocio, la IA ayuda a automatizar procesos, a eliminar cosas repetitivas y reducir tiempo, lo que se traduce en beneficios”, explicó el especialista en seguridad de Forcepoint.
Si bien existen beneficios y ventajas al usar la IA, Cisneros señaló que también se ha corrompido su uso en diferentes escenarios, de manera que las instituciones, empresas y organismos deben crear e implementar mecanismos que reduzcan las trampas y riesgos; por ejemplo, en el ámbito educativo, en algunas escuelas de otros países, ya que prohíbe dejar tareas escolares para el hogar, ya que se sabe que los estudiantes ingresan a internet, utilizan algún programa de IA y generan su tarea, lo que afecta la capacidad de los alumnos de analizar, investigar, de ser creativos y desarrollar su intelecto.
La firma Statista estima que el tamaño de mercado de la IA está estimado para este 2025 en $243,000 millones de dólares, siendo el segmento de aprendizaje automático el de mayor impacto en la industria; y se destaca que el valor del mercado de la IA generativa está estimado en $62.720 millones de dólares para 2025.
Ante el inminente crecimiento del mercado, esto resulta también atractivo para los ciberataques, y es aquí en donde Forcepoint tiene un alto interés por impulsar la práctica de mejores hábitos, cambio de mentalidad respecto a los riesgos y la implementación de tecnologías y soluciones que protejan al usuario, su información e infraestructura. Haciendo hincapié en que es posible protegerse y reducir los riesgos.
Jorge Cisneros sugirió a los consumidores, estar conscientes de que al momento de utilizar algún filtro o app de IA, estamos concediendo a la empresa el uso de nuestra información e imagen, al menos del rostro. También recomienda el uso de controles parentales y la restricción para acceder a determinados servicios, programas o sitios Web.
“El morbo es algo muy humano, que no nos permite tener cuidado con las página o plataformas que utilizamos. Hay que tener criterio, desde en el hogar o la empresa, no podemos ser mediocres respecto del uso de la información y de lo que estamos aceptando al usa aplicaciones”, precisó.
En las empresas, se debe contar con herramientas que permitan proteger al usuario del propio usuario; es decir, minimizar el impacto del error humano. Hoy existen tecnologías de ciberseguridad que eliminan la posibilidad de que los empleados accedan a sitios de IA, a través de una herramienta de filtrado de contenido, que al mismo tiempo facilitan analizar los hábitos de consumo digital mientras se trabaja, conociendo aspectos como qué tanto se descarga software, cuánto se visitan páginas Web, qué páginas se visitan, qué tipo de contenido se comparte con otros colaboradores, así como el contenido de mails u otras plataformas de comunicación, etc; así, se controla el comportamiento en el uso de las tecnologías que la empresa proporciona sus colaboradores para realizar sus labores.
“Siempre hay formas de tomar iniciativa para no ser acechado, empezando por eliminar permisos de nuestros dispositivos. Es muy importante cuidar los datos, bajo distintos contextos y ambientes. Sin duda, hoy, la manera en la que trabajamos, nos entretenemos e interactuamos con otros, a través de múltiples aplicaciones, nos ponen más en riesgo, al dar acceso a nuevas posibles amenazas”, comentó Jorge Cisneros.