El mundo tecnológico cambia los modelos de negocio de cualquier actividad económica y es indispensable generar el marco legal y aprovechar el momento para tomar ventaja.
La tecnología impacta cualquier ámbito de nuestra vida y entorno, y como en toda evolución tecnológica que afecta a determinado grupo de personas -que desean prevalecer con las prácticas tradicionales de cualquier actividad económica- existen reacciones que pretenden frenar dicha trasformación. Un ejemplo de esto es lo que ocurre con plataformas de servicio como UBER y Cabify, que en estos momentos son agredidos por taxistas agremiados y concesionados, que desean bloquear las actividades de los autos particulares.
Esta situación, en la que se acusa a UBER de ofrecer un servicio ilegal, no es nueva para la empresa, ya que en diversos ha enfrentado las agresiones, de las cuales ha logrado salir librado y hoy está presente en más de 300 ciudades de 57 países y sigue en expansión.
Pero ¿qué es lo que hace que estas plataformas para solicitar un coche con chofer para llegar a nuestro destino estén en crecimiento? Básicamente, que el usuario está cambiando sus hábitos de consumo y quiere recibir calidad de servicio por lo que está pagando, aunado a otros aspectos como seguridad, rapidez, tarifas justas,
Quienes somos usuarios de los taxis agremiados o que simulan serlo, vivimos diferentes experiencia: muchas veces somos despreciados por choferes que no nos hacen la parada; nos sentimos inseguros por no saber si el cartelón de identificación es original o "pirata"; abordamos unidades en mal estado, los choferes toman rutas que incrementan el costo del servicio y sin fin de historias.
Ahora, quienes también usamos servicios como Easy Taxi, Taxibeat, Cabify o UBER sabemos que muchas de las situaciones arriba mencionadas distan mucho de ser similares. Al utilizar las aplicaciones para solicitar un trasporte sabemos quién nos irá a recoger, con la garantía de que la empresa respaldará el servicio.
Sabemos que al utilizar estas plataformas, tendremos un servicio de calidad, en el momento que lo requerimos, con la posibilidad de monitorear el trayecto, saber quién es nuestro chofer, viajando cómodamente con tarifas establecidas de acuerdo a la distancia recorrida, durante las 24 horas del día. ¿Cuántas veces hemos salido de un concierto y los taxistas ahí formaditos quieren cobrarnos "sus cuotas" que rebasan los $400 pesos cuando en un sitio de taxi venimos pagando la mitad?
A diferencia de los prestadores de servicio (taxistas) tradicionales, los choferes contratados por las plataformas tecnológicas deben aprobar filtros de contratación, aspecto que nos proporciona a los usuarios mayor tranquilidad; además, de que estos choferes particulares deben seguir protocolos de servicio como ofrecer agua embotellada, escuchar música según el gusto del pasajero, abrir la puerta al subir y bajar, y no entablar conversación.
Si bien, existen aspectos regulatorios que las autoridades deberán de modificar y mediar, los taxistas protestantes deberían de analizar qué están haciendo mal y cómo adoptar las nuevas tecnologías para generar más clientes, y nosotros como usuarios y contribuyentes exigir servicios de calidad, seguros, profesionalizados, y que, además, podemos reportar en nuestras declaraciones fiscales, cosa que no ocurre con los taxistas.
Y tal es la apuesta hacia estas plataformas, que se integran a nuestro estilo de vida, que más empresas tecnológicas están impulsando los servicios, como es el caso de Microsoft y Samsung que recién anunciaron alianzas con UBER. En el primer caso, se integrará la aplicación en el calendario de Outlook para establecer recordatorios de viaje; y en el segundo, para colocar la app en el top de los Galaxy Gifts widget en los Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge.
Esta disputa es una de las muchas que veremos a causa de la modernización, que también exige el desarrollo de legisladores que entiendan los alcances de la tecnología para establecer las sanciones y normas que promuevan la sana competencia y convivencia. Asimismo, estamos viendo como los usuarios se manifiestan en favor de los servicios que ofrecen valor agregado y calidad a su estilo de vida. Aplaudimos la generación de plataformas de negocio que ayuden a mover la economía de los países.
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Martha Gómez C.
Dorectora editorial Addictware
¡La tecnología también es una adicción!