Existe una disputa sobre el concepto de “quemado” de auriculares. Audiófilos de hueso colorado lo aseguran. Otros difieren totalmente argumentando un total fraude. ¿Quién tiene la razón?
Si usted es como la mayoria de las personas, lo primero que seguramente cruzó por su mente cuando leyó “quemado”, fue algo así como, “¿Perdón?”
¿En qué consiste el “quemado” de auriculares?
Seguramente ha escuchado eso de que se deben de usar unos zapatos antes de que puedan ser utilizados normalmente y de manera cómoda, a esto se le llama “aflojar” los zapatos. Es algo que incluso los coaches expertos promueven para el uso de los zapatos deportivos. Y esto ocurre debido a que los materiales requieren de estirarse para permitir su amoldeamiento final.
Bueno, “quemar” es lo mismo, pero para auriculares.
La idea general es que los nuevos audífonos toquen música durante varias horas antes de que alcancen su sonido correcto. Supuestamente lo que logra este proceso es aflojar los diafragmas para alcanzar su óptimo nivel.
Pero, mientras que “aflojar” unos zapatos se encuentra bien documentado, el “quemado” de auriculares se encuentra aún sin explorar a fondo. Los argumentos al respecto van desde la completa indiferencia hasta las discusiones más acaloradas.
¿Qué opinan los creyentes?
Algunos audiófilos piensan que los nuevos auriculares deben pasar primeramente por un proceso de “quemado”. Para ellos, la diferencia entre unos audífonos “quemados” de unos que no lo están, es tal como el día y la noche. Tienen incluso conocimiento específico de cuantas horas de “quemado” requieren cada tipo y modelo de auriculares. Encontrará usted por tanto guías de información detallada de cómo “quemar” adecuadamente cada audífono.
Incluso algunos fabricantes ofrecen tracks especiales de sonido con distintos tipos, como el conocido “ruido rosa” y música para ejercitar el diafragma de los nuevos auriculares. He aquí un track especial que puede utilizar, si usted odia tanto a sus oídos como a los de sus vecinos.
¿Qué dicen los escépticos?
Los escépticos simplemente no se lo creen. Para ellos, toda esta idea son tonterias. Lo más que comentan es que todo esto de la “quemada” es un ejemplo más del “efecto placebo”: La gente siente que sus auriculares suenan mejor porque en el fondo esperan que efectivamente suenen mejor. Todo se encuentra en sus cabezas no en sus audífonos.
Lo segundo que piensan es que se trata de un grupo de fanáticos de la música queriendo hacerse los inteligentes a través de observaciones pseudo-científicas.
¿Qué dice la ciencia?
Aquí es donde las cosas se vuelven más complejas… ¡diculpe usted!