Si alguien te promete “salir en la IA” sin tocar tu SEO, sin encender la cámara y sin construir reputación pública, es marketing de ficción.
En los últimos meses florecieron los vendehumos del “posicionamiento en motores de IA”. Prometen que tu marca “aparezca en ChatGPT, Gemini o Perplexity” como si fuera magia, sin mirar tu sitio, sin pensar en enlaces, sin prensa, sin nada. Dato: ese atajo no existe. Si no hiciste posicionamiento en buscadores (SEO) serio y Relaciones Públicas (autoridad ganada, citas de terceros, huella de marca consistente), no vas a posicionarte de forma sostenible en ningún motor generativo. Así de simple.
La IA no abolió las reglas: las reorganizó. Los modelos de lenguaje no inventan tu autoridad; la derivan de señales del ecosistema: contenido útil, estructura clara, enlaces creíbles, menciones periodísticas, comportamiento real de usuarios. Si tu casa está en orden (técnica, contenidos, reputación), recién ahí tiene sentido trabajar el capítulo “IA”: Optimización para Motores de Respuesta (AEO) y Optimización para Motores Generativos (GEO). Pero ese es el capítulo 3, no el 1.
Primero la intención de búsqueda, después el resto
Nunca fue tan importante responder a la intención de búsqueda. Los motores generativos arrancan sus respuestas desde el propósito del usuario: entender, comparar, decidir, resolver. Si escribís para “forzar” palabras clave pero ignorás el porqué detrás de la consulta, la IA te salta por arriba.
Guía rápida para alinear tu contenido:
- Descubrimiento / Aprender: guías introductorias, definiciones claras, preguntas frecuentes.
- Evaluación / Comparar: tablas, listas de pros y contras, criterios objetivos.
- Decisión / Comprar: fichas técnicas, políticas, garantías, pasos de implementación.
- Soporte / Resolver: tutoriales paso a paso, solución de problemas, ejemplos reales.
Cada pieza debería cerrar con una respuesta directa (ese “párrafo citable” por la IA) y luego ampliar con contexto, pruebas, casos, datos y fuentes. Eso no reemplaza al SEO; es SEO bien hecho con reglas de citabilidad para motores de respuesta.
La prensa vuelve al centro: autoridad que la IA respeta
Los modelos priorizan fuentes con autoridad. ¿De dónde sale esa autoridad? De tu sitio optimizado y de menciones verificables en medios, cámaras, publicaciones especializadas. La prensa no es un ego trip: es señal pública de confianza. En la era IA, donde una respuesta debe pararse sobre evidencias, contar con citas de terceros te abre la puerta a que el motor te elija como referencia. Por eso insisto: no hay posicionamiento en IA sin SEO previo o prensa.
Si trabajas negocios entre empresas (B2B), un documento técnico publicado y difundido en medios sectoriales vale oro. Si sos comercio minorista, las reviews de periodistas y las guías comparativas en medios afines te dan tracción cit-able. ¿“Aparecer en la IA”? Sí, pero como consecuencia de ese trabajo, no por arte de una instrucción.
YouTube como diferencial: originalidad que no se puede copiar
En un mundo saturado de texto generado, el video sigue probando su valor: cara, voz, demostración, proceso real, métricas de interacción. Los motores lo “leen” distinto: multimodalidad (audio + imagen + texto), señales humanas (tiempo de visualización, comentarios, capítulos), transcripciones que alimentan tu semántica.
YouTube no es solo un canal; es infraestructura de autoridad. Te habilita a crear contenido original con pruebas en cámara, comparativas honestas y tutoriales que nadie clona con tres instrucciones. Y, sobre todo, te ordena el catálogo: series perdurables, capítulos, listas temáticas, marcas de tiempo —todo vuelve tus piezas citables y reutilizables por motores de respuesta. Si querés marcar diferencia en IA, mostrá en video lo que decís que sabés.
Contenido perdurable (“evergreen”): se dice hace años… y pocos lo aplican
La moda pasa; lo perdurable paga. En IA, el contenido que resiste el tiempo es el que más compite:
- Guías fundamentales: conceptos base y marcos de decisión.
- Manuales operativos: procedimientos, listas de control, plantillas.
- Comparativas actualizables: capas que podés refrescar sin reescribir todo.
- Preguntas frecuentes reales: las que escuchás en ventas y soporte.
La clave es diseñar piezas “piedra angular” con ramas temáticas que se interconectan. Para IA, ese mapa reduce ambigüedad y suma contexto; para SEO, mejora rastreo, relevancia y experiencia. Ganás en los dos frentes.
AEO y GEO, con los pies en la tierra
- AEO (Optimización para Motores de Respuesta): escribí pensando en la respuesta oficial. Abrí con la síntesis que resuelve la pregunta y seguí con evidencia. Usá encabezados claros, listas, datos verificables y marcado estructurado (por ejemplo, schema.org).
- GEO (Optimización para Motores Generativos): prepará tus contenidos para aparecer en respuestas conversacionales. Priorizá citabilidad (frases y datos fáciles de citar), contexto semántico consistente y autoridad temática (profundidad, no dispersión).
No es magia, es metodología: citar, estructurar y validar para que los motores elijan tus respuestas.
El checklist anti-humo: preguntas que cualquier proveedor debe responder
- ¿Auditaron mi SEO técnico? Métricas Web Básicas (Core Web Vitals), arquitectura, indexación, marcado, registros del servidor.
- ¿Mapearon intenciones de búsqueda y tareas del usuario? ¿Dónde está ese documento?
- ¿Qué piezas perdurables proponen como “piedras angulares” y cómo se actualizarán?
- ¿Qué plan de prensa respalda mi autoridad? Medios, verticales, voceros.
- ¿Cómo medirán citas en motores de IA y referencias en respuestas generadas?
- ¿Dónde entra YouTube en el mix? Formatos, series, capítulos, transcripciones.
- ¿Qué método usan para AEO/GEO y qué entregables concretos dejan? (guías, plantillas, fragmentos citables, hojas de datos).
- ¿Cuál es el plan de actualización trimestral? La IA premia frescura y coherencia.
Si no te contestan esto, no están haciendo IA; están vendiendo espejitos de colores.
El método (y por qué funciona)
- Base SEO: salud técnica, marcado, enlaces internos, taxonomías, diseño de contenido por intención.
- Perdurables y originales: piedras angulares + ramas con autoría clara, datos, paso a paso y comparativas.
- YouTube como motor: series educativas, demostraciones reales, capítulos, subtítulos, videos cortos que apuntan al video largo.
- Prensa y autoridad: plan de vocería, lista de medios, artículos firmados, datos de respaldo y hojas de datos citables.
- AEO/GEO: síntesis inicial citable, fragmentos preparados para respuestas, consistencia semántica.
- Medición: SEO (tráfico, tasa de clics – CTR, tiempo de permanencia), YouTube (retención, comentarios), PR (menciones, autoridad de dominio), IA (frecuencia de cita en respuestas, extractos, co-menciones).
Este orden importa. No arranques por el final. La IA es multiplicador, no reemplazo.
Si sos experto, ya sabés que el juego cambió de “rankear páginas” a “ser la respuesta correcta”. La ventaja está en cómo estructurás lo citable, cómo nutrís autoridad fuera de tu web y cómo probás originalidad en video.
Si recién empezás, quedate con esto: contá algo útil que puedas demostrar. Convertí tu experiencia en formatos claros, publicá donde otros puedan citarte y sostené la cadencia. La IA llega sola cuando hay algo real que amplificar.
Si alguien te promete “salir en la IA” sin tocar tu SEO, sin encender la cámara y sin construir reputación pública, es marketing de ficción. El posicionamiento en motores de IA no es un truco nuevo: es el resultado inevitable de hacer bien lo que siempre funcionó —intención, claridad, estructura, autoridad y constancia— y sumarle técnicas actuales para que los motores sepan qué citar de vos y por qué.
La buena noticia: el camino existe y es replicable. Requiere trabajo, sí; pero deja activos que no dependen del algoritmo del día: contenidos perdurables, videos originales, menciones en medios y una arquitectura SEO que ordena todo. Si te enfocás ahí, la IA no es humo: es viento a favor.