Addictware | Noticias de Tecnología - La calidad en la construcción no se improvisa, se certifica

crane 8400990 640La certificación de productos como medida de seguridad, eficiencia y competitividad en el sector construcción.

En México, los productos certificados están presentes en distintos sectores de la economía, pero su verdadero valor no siempre se reconoce. En el ámbito de la construcción, donde cualquier error puede tener consecuencias estructurales y humanas, garantizar que los materiales cumplen con estándares nacionales e internacionales no es solo deseable: es indispensable.

Materiales como acero, vidrio, madera, conexiones eléctricas o sistemas térmicos deben pasar por rigurosas evaluaciones técnicas para asegurar que su desempeño no ponga en riesgo la integridad de una obra. Aunque el país cuenta con marcos regulatorios como las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), emitidas por la Secretaría de Economía, el cumplimiento de estándares internacionales se ha vuelto clave para las empresas que buscan operar o exportar en entornos altamente regulados.

La necesidad de certificar productos en este sector no responde únicamente a temas de cumplimiento legal. También tiene un impacto directo en la productividad, la reducción de fallas, el control de costos y la viabilidad de participar en proyectos de gran escala, tanto públicos como privados. De acuerdo con datos del INEGI, tan solo en 2019 el sector construcción en México generó más de 530 mil millones de pesos, lo que da cuenta de su peso estratégico en la economía nacional.

A nivel internacional, el mercado de certificación de productos de construcción continúa creciendo. Según estimaciones de Data Bridge Market Research, en América del Norte podría superar los 10,800 millones de dólares para 2028, impulsado por la demanda de pruebas, inspecciones y esquemas de cumplimiento técnico en materiales críticos. gl grp cross brand built mt nsp mp 021189862683 1123 img 2

Frente a este panorama, expertos en normalización explican que cada país define sus propios requisitos para comercializar e importar productos. Por ello, los fabricantes que buscan insertarse en mercados globales deben alinear sus procesos a normas específicas, como el Marcado CE en Europa, entre otros esquemas equivalentes: “Un producto puede estar bien diseñado, pero si no está certificado, difícilmente será aceptado fuera del país”, señalan especialistas.

El proceso de certificación de productos incluye diferentes etapas: ensayos de laboratorio, revisión documental de los procesos de fabricación y auditorías técnicas para verificar que el cumplimiento se mantenga en el tiempo. El resultado es un documento de conformidad que respalda la seguridad y calidad del producto ante las autoridades y clientes.

Certificar no solo es una formalidad, sino una decisión estratégica que incide en la reputación, la competitividad y la capacidad de las empresas para adaptarse a las reglas del comercio internacional. Además del servicio de evaluación, acompañan a fabricantes en el entendimiento del marco normativo, facilitando su cumplimiento.

La eficiencia y la prevención de riesgos marcan siempre la diferencia; la calidad no se deja al azar, se construye con evidencia técnica y cumplimiento normativo.