Vemos la necesidad de implementar códigos de edificación con tecnologías de última generación para eventualidades sísmicas. También destaca la necesidad de seguir midiendo y evaluando el impacto de las políticas públicas y la habitabilidad de las colonias.
El sismo del pasado 19 de septiembre demostró que hay que mejorar los protocolos de seguridad, fomentar los seguros de vivienda y usar tecnología para medir riesgos de un hecho como este, para conocer el impacto del temblor en el sector de la vivienda hay que esperar al cierre de 2017, cuando se ajustarán los precios de zonas afectadas y aledañas. Y habrá colonias que ganen o que pierdan. Con el temblor de 7.1 grados, la ciudad se reconfiguró: “hay un cambio de paradigma urbano”.
Hay una necesidad de conocer el impacto del sismo, ¿cuándo sabremos realmente el efecto de esto en el mercado inmobiliario de Ciudad de México?
Detectamos tres fases, la primera es la depreciación que ocurre desde el sismo hasta la fase de reconstrucción y los programas de apoyo. En segundo lugar, cuando los precios se adapten a las nuevas tendencias del mercado, que será durante el cuarto trimestre del año. Ahora estamos en esa fase, pese a que los precios no han variado demasiado. En tercer lugar, se definen las colonias que perdieron o ganaron en términos de habitabilidad: estilo de vida, puntos de interés y nuevos desarrollos.
¿Cuál es el criterio que utiliza Propiedades.com para determinar las consecuencias del terremoto?
Propiedades.com siempre ha fomentado que cada usuario logre la mejor solución habitacional para su estilo de vida y los servicios que requiere. La metodología analiza tendencias de mercado basados en datos de oferta: es una muestra activa que equivale a transacciones potenciales. Para definir una tendencia de mercado realizamos un control de calidad científico que incluye filtros estadísticos y tener observaciones confiables y medir las tendencias de cada una de las zonas del mercado inmobiliario del país.
¿Qué revelan los resultados de búsquedas, en el inventario y la mínima alza en los precios tras el sismo?
Las búsquedas dan indicios sobre el nuevo mapa de las preferencias de reubicación de los usuarios, principalmente en casas y en rentas. El inventario revela la percepción del riesgo, y los precios todavía no han descontado el impacto del sismo solo variaciones marginales porque el evento es reciente.
¿Qué recomendaciones haría para quienes estén en medio de una transacción de compra o venta?
El sismo es una oportunidad para poder recapitular todos los elementos en una operación de compra. Se deben evaluar todos los elementos que tienen un grado de complejidad, el elemento legal-jurídico, el elemento financiero, el emparejamiento con la habitabilidad de la zona, la participación de los comités vecinales, cómo se ejerce el impuesto predial en la zona.
Después de esto, ¿qué esperamos para el resto del año en el sector?
Es un cierre del año con un evento disruptivo que impactará Ciudad de México, la fase de reconstrucción jugará un nuevo replanteamiento de los procesos de desarrollo en la ciudad que pueden derivar en un mayor nivel de empleo y nuevos proyectos de edificación. Además de la coyuntura, la evolución del tipo de cambio y la negociación del TLCAN.
¿Qué aprendió la industria del 19 de septiembre de 1985?
La noción de resiliencia empezó a posicionarse como una política pública prioritaria; no obstante, está aún el reto de asegurarse, mejorar los protocolos de seguridad y la implementación de códigos de edificación. Eso hará que la industria evolucione minimizando los riesgos de residentes.
También el apoyo de la sociedad civil: un evento de esta naturaleza logró coordinar y vincular múltiples grupos de la sociedad civil, tanto para apoyo, rescate y replanteamientos dentro de la ciudad: los habitantes podemos confiar en los demás.
¿Y en 2017?
Vemos la necesidad de implementar códigos de edificación con tecnologías de última generación para eventualidades sísmicas. También destaca la necesidad de seguir midiendo y evaluando el impacto de las políticas públicas y la habitabilidad de las colonias.
Se está reconfigurando toda la ciudad y tenemos que pensar después del 19 de septiembre de 2017 como un nuevo paradigma urbano, porque esto habla de una nueva ciudad que ha vivido uno de los elementos más disruptivos desde hace una generación.