La digitalización de procesos productivos es fundamental para crecer la competitividad; sin embargo, las empresas no planean invertir en aumentar su productividad. Las empresas deben reorganizar procesos, restructurar y capacitar.
En Latinoamérica, la transformación digital es un reto importante para las empresas; mientras que en México, la digitalización de las empresas muestra un retraso respecto a otros países de la región, reveló un estudio elaborado por gA Center for Digital Transformation. 
El estudio “América Latina 4.0: La digitalización en la cadena de valor”, señala que en tanto la digitalización del consumo representa un cambio fundamental en el comportamiento de individuos y grupos sociales, la digitalización industrial mejora la productividad en las empresas, siendo la aceleración de esta última una opción para elevar el avance digital en México.
La investigación que presenta el estado de la digitalización en México, tanto de consumo como industrial busca promover la aceleración de la digitalización para impulsar el crecimiento del país. El reporte de gA identifica que la digitalización del consumo en México crece aunque la brecha con los países de la OCDE aumenta. La penetración de Internet de México (44%) es inferior a la de América Latina (51%), y especialmente la OCDE (82%). La adopción de banda ancha móvil muestra la misma tendencia: México (37%), América Latina (47%) y la OCDE (86%).
De acuerdo con la gA, la digitalización define las transformaciones sociales, económicas y políticas asociadas con la masificación de las tecnologías de información y comunicación, en un ecosistema integrado por 3 componentes:
• La digitalización del consumo, centrada en los productos y servicios digitales como la telefonía móvil, la banda ancha y las redes sociales.
• La digitalización industrial, basada en la adquisición de tecnología para permitir la digitalización de procesos productivos de las empresas.
• La oferta de productos y servicios digitales que caracterizan al ecosistema.
Respecto de la digitalización del consumo en México, ésta crece a una tasa anual de 6% como resultado de esfuerzos público-privados, pero el mundo industrializado y los países avanzados de América Latina (Chile, Uruguay, Argentina) progresan en su digitalización a tasas más altas, aumentando la brecha con México, de manera que el reto es crecer a una tasa más rápida.
gA indica que uno de los obstáculos estructurales para acelerar la digitalización del consumo en México es la distribución del ingreso: México posee 20% de hogares con ingresos menores a $233 dólares. Para el sector de consumo, la compra de una canasta básica de servicios digitales (2 celulares en el hogar, TV de paga y banda ancha fija) requiere una erogación equivalente a más de 34% de sus ingresos.
En cuanto al sector industrial, a pesar de la situación promedio de México, existen empresas con un elevado índice de digitalización; con un promedio de 46 en el índice de digitalización agregada de procesos productivos, 40% de las empresas de la muestra de México poseen un valor superior al de Chile como país. Los sectores más avanzados en digitalización son comercio minorista, bienes de consumo masivo, y ciencias de la salud (industria farmacéutica). El reporte indica que el sector menos digitalizado es manufactura.
En términos de digitalización en la cadena de valor (Infraestructura, Abastecimiento, Procesamiento, Distribución y Ventas), México ocupa una posición avanzada en Distribución y Ventas.
El estudio indica que México está bien posicionado para avanzar en la transformación digital en la cadena productiva a pesar de las desventajas.
- Las áreas de fortaleza de las empresas para enfrentar la transformación digital son: Procesos de gobernanza para afrontar la transformación y la Definición de indicadores de desempeño.
- Las áreas débiles son: Cultura y grado de preparación para afrontar la transformación digital y Barreras institucionales a la transformación digital.
El estudio destaca que las empresas en toda la región indicaron que la digitalización de procesos productivos es fundamental para crecer la competitividad. Sin embargo, están lejos de transformar las inversiones en aumentos de la productividad, ya que para ello es necesario adoptar tecnologías digitales y realizar un trabajo meticuloso de reorganización de procesos, restructuración de la organización y capacitación de los recursos humanos.
Algunos datos del estudio son:
- Aproximadamente la mitad de las empresas no cuentan con una estrategia digital definida.
- Más allá del CIO, la alta gerencia no se involucra en el esfuerzo de transformación digital.
- Cuando existen casos de transformación digital implementados, en la mayoría de los casos, éstos son realizados de manera aislada y/o en silos.
- Cada empresa operando en entornos competitivos específicos es un sistema que necesita definir la estrategia digital que más se adecúe a su circunstancia.
- Retrasar la transformación digital de las economías latinoamericanas no es una opción si se quiere asegurar su crecimiento.