El esquema permite aprovechar la infraestructura tecnológica y contar con el apoyo del proveedor para cualquier situación.
Las soluciones tecnológicas que se ofrecen a los clientes en modelo Software as a Service (SaaS), tienen como principal ventaja la distribución del riesgo entre cliente y proveedor, a diferencia de los modelos de licenciamiento de software o desarrollo a la medida.
Este esquema ofrece a los usuarios tanto la licencia de la herramienta y el servicio de soporte, la capacitación para utilizarla y en algunos casos, opciones de tratamiento y almacenamiento de los datos recopilados.
De acuerdo con Héctor Obregón, director general de Formiik, en un esquema de SaaS el riesgo para el cliente es mínimo, porque no requiere hacer una inversión inicial fuerte y se pueden validar los beneficios reales de negocio antes de hacer un compromiso mayor.
En los modelos tradicionales de licenciamiento o desarrollo a la medida, el riesgo lo absorbe casi en su totalidad el cliente; en estos casos, el cliente debe hacer una fuerte inversión al inicio sin tener garantizado el resultado.
Héctor Obregón indica que las soluciones SaaS son una forma sencilla de automatizar procesos dentro de la empresa, optimizando el tiempo y los recursos que invierte en la operación del negocio.
En el esquema SaaS se puede delegar la seguridad de los datos al proveedor, que en la mayoría de los casos cuenta con el respaldo de empresas como Microsoft, por lo que los estándares de confidencialidad son sumamente altos.
“Los beneficios de usar un programa o aplicación en SaaS se ven reflejados en un aumento en la productividad de todo el personal en general, lo que en consecuencia incrementa las utilidades de la empresa de manera significativa”.