Se calcula que en 2020 habrá 50,000 millones de dispositivos inteligentes en todo el mundo, vulnerables a ataques cibernéticos.
Los hackers ya no enfocan sus ataques hacia las computadoras, sino que han ampliado su espectro de ataque hacia los smartphones y las tabletas, dispositivos en donde la mayoría de las personas realizan compras y realizan transacciones bancarias. Sin embargo, hay una tendencia hacia vulnerar aparatos “Internet de las cosas”, aseveró Jordi Serra, miembro del grupo de investigación KISON de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
De acuerdo con Jordi Serra, el Internet de las cosas es el futuro, pero muy vulnerable, ya que aparatos como lámparas, relojes o televisores inteligentes son una vía de entrada fácil para los piratas cibernéticos.
“Muchas veces se compran estos gadgets para estar a la moda, pero la gente no es consciente de lo que supone que todos estén conectados a Internet. Cada vez hay más accesorios más vulnerables”, señala.
Serra precisó que el principal consejo para evitar cualquier ataque es actualizar el software de los aparatos, aunque reconoce que la gente no sabe que también deben actualizarse el GPS, el televisor, el coche, el riego automático, el termómetro, etc, es decir, cualquier cosa que esté conectada a Internet.
Las actualizaciones suelen tener dos objetivos: que la herramienta disponga de nuevas características o por seguridad. “Todo este mundo del Internet de las cosas cada vez va a más, y la gente no sabe que debe tener un mínimo de seguridad con todos estos aparatos. Porque si no vigilamos, estamos facilitando las cosas a los piratas informáticos”.