Los datos ofrecen la posibilidad de ofrecer una nueva perspectiva del futuro, pero se requieren condiciones en la infraestructura analítica para superar la brecha entre datos y cómputo.
El mundo cambia rápidamente. Muchos de los servicios que antes eran ejecutados sin ayuda del cómputo ahora son realizados por dispositivos y servidores automáticamente. Diversas industrias y servicios enfocados a compras, entretenimiento, educación, entre otros, cambiaron por completo la forma de realizar sus procesos, de manera que lo que antes llevó siglo para establecerse, tuvo que ser rediseñado en menos de una década para atender las nuevas necesidades del mercado.
Por ejemplo, los servicios de telefonía se transformaron y cambiaron la forma en que nos comunicamos. Hoy existen diversas aplicaciones que facilitan la comunicación entre las personas, desde los mensajes de texto hasta las que permiten realizar llamadas de voz o de video en tiempo real. Gracias a la tecnología moderna, podemos decir que existe una aplicación casi para cada cosa que necesite el usuario, ya sea tomar un taxi, ordenar comida o leer un libro. Detrás de cada una de las tareas rutinarias no relacionadas directamente con el cómputo, existen servidores que controlan diversos procesos.
Vivimos en la era de la transferencia intensiva de datos informáticos; éste es el inicio de la tercera revolución industrial y una nueva narrativa económica se escribe. Cada servicio y aplicación que usamos diariamente no sólo consume recursos de computación, sino que utiliza servidores de la Nube y otros elementos tecnológicos para funcionar correctamente, como la Interfaz de Programación de Aplicaciones (API).
Las API's son ejemplo de cómo la era digital está cambiando rápidamente. Hace casi 20 años, las empresas se preguntaban si era importante contar con un sitio Web; 5 años más tarde, la llegada del nuevo milenio dejó muy claro que para competir en el negocio, las empresas necesitaban tener presencia en Internet. Lo mismo ocurrió con las aplicaciones. Hoy, cerca de 66% de los desarrolladores utilizan una API de almacenamiento en la Nube.
Una API, en su nivel más básico, permite que los productos y servicios puedan hablar unos con otros; es un software que expone las funciones con las que cuenta su sistema para que otras aplicaciones puedan integrarse a éste y aprovechen sus capacidades. Las compañías también utilizan sus propias API´s para construir sistemas internos, sitios Web y aplicaciones móviles hechas a la medida. Gracias a las API's es posible generar nuevos tipos de relaciones, lo que hace la Web pueda volverse más social. Dependiendo de sus características, las API's pueden utilizarse para satisfacer las necesidades del comercio electrónico, pagos en línea, redes sociales, cómputo en la Nube, entre muchas otras. En 2013, los teléfonos móviles y tabletas fueron la mayor fuerza que impulso el consumo de las API's.
Hoy y en el futuro, todo el que quiera seguir compitiendo dentro del panorama mundial, deberá contar con una API para su negocio. Los nuevos modelos de negocio de datos móviles facilitarán el uso de la red, lo que permitirá un incremento considerable de los ingresos. Se estima que el mercado de las API's crecerá a una tasa compuesta anual de 37% entre 2012 y 2016, con una ganancia de $75,000 mdd en los ingresos globales a finales de 2016.
Esto se debe al aumento en la utilización de la Web por las personas y por el Internet de las Cosas (IoT). Un estudio realizado por Intel, se estima que el número de usuarios conectados a Internet en México pasará de los 40 millones registrados en 2012, a 65 millones para el final de 2015, y la tendencia indica un incremento del número de personas conectadas en América Latina.
Se estima que de 2012 a 2020 la cantidad de datos almacenados en la Nube se duplicará cada 2 años, llegando a 40ZB. Los pronósticos indican que el acceso y la transferencia de dichas cantidades de datos para realizar tareas como Big Data, requerirán de un cómputo más inteligente, y de soluciones de almacenamiento intensivo que proporcionen una baja dramática en el costo de almacenaje por Terabyte.
Los datos ofrecen la oportunidad de proporcionar una nueva y emocionante perspectiva del futuro, pero esta sólo puede ser posible hasta que la infraestructura analítica esté en las condiciones necesarias para superar la brecha que existe entre los datos y el cómputo.
El problema con las plataformas de análisis es que se basan principalmente en tecnologías que colocan la información en sistemas de almacenamiento que está lejos de dónde es procesada, lo que representa un obstáculo para la interpretación de grandes volúmenes de datos con rapidez y eficiencia.
Intel tiene como objetivo conectar todas estas piezas en la cadena de valor para fomentar nuevas formas de crecimiento dinámico, ya que al final del camino son los usuarios finales quienes reciben el beneficio del activo empresarial.