La evolución de la tecnología y los deseos del usuario son elementos clave para el desarrollo de dispositivos de cómputo más ligeros, veloces y seguros, sin olvidar un diseño que se adapte a los códigos corporativos.
Los rápidos avances en la tecnología le han otorgado a la fuerza laboral el poder para adoptar nuevas dinámicas de trabajo. Hoy en día, las prácticas de trabajo son mucho más variadas e impredecibles. El cómo, cuándo y dónde las personas son productivas varía de individuo a individuo debido, principalmente, al impulso que da la nueva era de conectividad, en la que los trabajadores deben ser, en muchos casos, conocedores e importantes usuarios de dispositivos móviles y tecnología de punta. Por estas mismas razones, la línea entre las actividades laborales y personales es cada vez más delgada y las personas han aprendido a combinar sus actividades profesionales con su vida diaria.
Atendiendo a estas nuevas necesidades, los desarrolladores de tecnología han aprendido a adaptar los dispositivos a las necesidades de los usuarios y no al revés, lo cual demuestra la influencia, cada vez mayor, que los consumidores tendrán en los diseños que están por venir; lo cual sin duda tendrá un impacto en la forma en que la fuerza de trabajo evolucionará hacia nuevas maneras de realizar sus labores profesionales, y así incrementar la productividad con esquemas de mayor colaboración y flexibilidad.
El estudio Evolución de la Fuerza Laboral, realizado por Dell e Intel, indica que 87% de los empleados mexicanos utilizan sus dispositivos para usos personal y profesional (90% se ve reflejado en empleados de PyME's contra 73% de grandes empresas), y 78% comparte información entre los mismos. Estas fuertes tendencias de “conzumerización” (las nuevas tecnología surgen en el mercado del consumidor final y luego se extienden a las empresas, y no a la inversa), junto con el BYOD (bring your own device) o deseo de los empleados de usar sus propios dispositivos en el trabajo y fines personales, comienza a ser un fuerte punto clave en el desarrollo de la tecnología.
Otra tendencia a destacar es la movilidad empresarial. Larry Quinlan, CIO de Deloitte & Touche, LLP, señala que “la movilidad empresarial es una de las tendencias más poderosas en los nuevos modelos empresariales y en la creación de dispositivos para este segmento”. Datos del Barómetro de movilidad empresarial 2011 para Latinoamérica, de Motorola Solutions, indican que 90% de los decisores de compra en empresas de la región reconoce la importancia creciente de las tecnologías móviles en los negocios, y 69% de ellos incrementará su inversión en ellas en el futuro, mientras que IDC asegura que la mejora del servicio al cliente y la continuidad del negocios permanecen como los principales beneficios observados por las organizaciones”.
En este sentido y de acuerdo con Juan Carreón, profesor titular de Sistemas Inteligentes en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “si bien la movilidad significa un caos para los departamentos de tecnologías de la información (TI), ya que significa reformular radicalmente el proceso de diseño y desarrollo de aplicaciones , pues ahora muchos de sus desarrollos deben poder accederse desde una gran variedad de dispositivos: laptops, netbooks y tablets, así como una multiplicidad de teléfonos celulares (…) para los usuarios representa, la conquista irrenunciable, de disponer de recursos de cómputo desde cualquier lugar y en cualquier momento”.
La presencia de equipos de cómputo portátiles cada vez gana más terreno. IDC señala que las notebooks tuvieron un crecimiento de 24% en el 2011 contra 22% el año anterior. Con ventas que representan hasta 60% del negocio, las notebooks habían sido el remplazo de las computadora de escritorio gracias a su poder de procesamiento, sin embargo, y a medida que el personal se volvió más móvil, la llegada de las tabletas hace un par de años convulsionó al mercado, el usuario final tenía todo el entretenimiento en un dispositivo delgado y ligero, sin embargo, al momento de combinar sus actividades (laborales y de entretenimiento) ya no resultó tan redituable. Las tabletas aún no son capaces por si misma de reemplazar el poder de cómputo de una portátil.
Así fue cómo surgió, una vez más atendiendo a los deseos del consumidor, una nueva categoría de cómputo inspirada por tecnología Intel: la Ultrabook. Este dispositivo hizo su aparición en 2011 como la última generación de computadoras. El resultado fue un dispositivo ultradelgado (21 mm aprox.) y ultraligero (alrededor de 1.5 kg), con un encendido ultrarrápido (cercano a 7 segundos), con batería de larga duración (de 8 a 10 horas, promedio), poder de procesamiento y todas las cualidades que puede tener una computadora. En la actualidad es el único producto que ostenta lo mejor de dos mundos: de la tablet obtiene el acceso rápido, aplicaciones, pila de larga duración y un peso ligero, pero con el poder de desempeño y la posibilidad de desarrollar contenidos propios de una PC portátil.
En la era de la movilidad empresarial, la evolución de la tecnología y los deseos del usuario tienden a ser elementos clave para el desarrollo de dispositivos de cómputo cada vez más ligeros, veloces, seguros, sin olvidar un diseño que se adapte a los códigos corporativos, por tales razones, dispositivos como Ultrabook están siendo adoptados por las empresas.