Addictware | Noticias de Tecnología - El efecto dominó del acoso escolar

Dra Claudia SoteloEl acoso laboral o mobbing tiene su fundamento en el bullying que nunca pudo resolverse. Se transmite, en muchos casos, de padres a hijos.

El acoso escolar siempre ha estado presente en las aulas. Sucede que ahora su práctica es más cruel y en ocasiones no tiene límites, no por ello México es el país que más presente este flagelo en sus aulas a nivel mundial.

Todos sabemos los daños que causa el bullying. Pero el problema va más allá de las lesiones físicas y emocionales del momento. Si no se resuelve desde el punto de vista psicológico, hay grandes posibilidades de llevarlo a la vida adulta. Un niño agredido, que no resuelve la situación, con certeza será acosado en otros entornos escolares, en su adolescencia, y en su vida laboral o social. Lo mismo sucede con el agresor: podría desarrollar conductas violentas en su adultez.

Contrariamente a lo que se piensa, el bullying no es uno de los motivos principales de consulta psicológica infantil, a pesar de su propagación al extenderse en las redes sociales. Los más frecuentes son el bajo rendimiento escolar, mala conducta o depresión por padres divorciados, no obstante, el bullying está presente como motivo secundario o terciario en la mayor de los casos.

Lo que sí sabemos es que es una cadena que se transmite de padre o madre a hijos. Los adultos que padecen ahora acoso laboral, casi por regla, sufrieron bullying y lo que es peor, se verá reflejado en sus hijos. De no solucionar el problema, los niños en su adolescencia y vida adulta podrían experimentar escenarios de mobbing. Lo mismo sucede en sus relaciones sociales e incluso familiares.

CEEPI vislumbra al bullying como un problema que puede resolverse y da a conocer las siguientes recomendaciones:

  • No basta con cambiar a los niños de escuela, el problema los perseguirá y puede repetirse en otros entornos escolares.
  • Lo más probable es que sus padres hayan sido víctimas de acoso escolar o bien acosadores.
  • El problema si no se resuelve se replicará en la adolescencia y en la vida adulta.
  • Hay que enseñar a los niños a defenderse de los otros y no se trata de la defensa física: la idea es hacerlo emocionalmente y esto sólo se logra al tener una alta autoestima.
  • En caso del ciberacoso, al ser menores de edad, es fundamental denunciarlo tanto a las autoridades escolares, en las plataformas tecnológicas e incluso antes las autoridades correspondientes. En este caso se recomienda tener tratamiento psicológico de inmediato.

El problema del bullying debe solucionarse, en primer término, en familia y en conjunto con el colegio de los niños. Si persiste y se vuelve insostenible lo mejor será acudir con algún especialista, tanto para las víctimas como para los agresores menores de edad.

En este sentido, CEEPI dispone de terapias y cursos tanto para los niños acosados, como para los acosadores, padres de familia y para los colegios (primaria, secundaria y preparatoria) con técnicas de intervención.